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La Educación, el derecho que abre la puerta a nuevas oportunidades para las y los jóvenes


Por: Daniela Dorantes


La educación es un derecho humano fundamental. En el Día Internacional de la Juventud, en SERAJ refrendamos nuestro firme propósito de lograr que las y los jóvenes ejerzan de manera plena su derecho a la educación.


La educación es un derecho humano fundamental reconocido desde 1948 por la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En México, su reconocimiento se expresa a través del Artículo 3° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos al establecer que, toda persona tiene derecho a la educación, esto implica que el gobierno debiera garantizar a las y los jóvenes el acceso, permanencia y aprendizaje en los servicios educativos. A la par, es responsabilidad de las madres y los padres de familia hacer que sus hijos acudan a la escuela a fin de concluir la educación obligatoria, es decir inicial, básica (preescolar, primaria y secundaria), y media superior.


Sin embargo, la sociedad en general, pero en particular las organizaciones de la sociedad civil, deberíamos sumar esfuerzos para que las y los jóvenes puedan ejercer plenamente su derecho a la educación. De otra forma, difícilmente encontraremos posibles soluciones a un problema público que nos atañe a todas y todos.


La educación es el derecho que abre la puerta al ejercicio de otros derechos, como la salud, el trabajo, la vida sin violencia, entre muchos otros. Sin educación, los individuos no somos capaces de desenvolvernos en este mundo aprovechando al máximo las oportunidades que se nos presenten.


A pesar de los importantes avances que se han hecho en la materia, la complejidad en la que se desenvuelve el Sistema Educativo Nacional (SEN) ha ocasionado múltiples desafíos asociados a la oferta de los servicios educativos. Uno de estos grandes retos es la imposibilidad de garantizar una trayectoria escolar pertinente y adecuada para millones de jóvenes de mexicanos, es decir, que accedan a las escuelas de educación obligatoria, y permanezcan en ellas transitando entre grados y niveles educativos de modo que completen su escolarización en tiempo y forma, independientemente, a las condición socioeconómica, social y cultural. Los altos índices de abandono escolar en la EMS (15.5%) no son más que el reflejo de esta situación.


El que un joven deje sus estudios no es una decisión aislada, responde a una serie de factores que lo orillan a esta toma de decisión. Por ejemplo, embarazo a edad temprana, problemas familiares, falta de recursos para llegar a la escuela, sentirse poco capaz de aprender en la escuela, migración, ente otros. Uno de los aspectos más relevantes es que los ambientes escolares son poco propicios para la convivencia, y esto tiene un efecto directo sobre elementos socio afectivos, la participación de los estudiantes en actividades escolares, los problemas de conducta e inclusive, sobre la autoestima de las y los estudiantes.


La imposibilidad de gestionar el efecto negativo de la convivencia entre pares, los maestros, el director y otros miembros de la comunidad escolar paulatinamente afecta el rendimiento escolar, la inasistencia y finalmente la posibilidad de la convivencia entre pares, los maestros, el director y otros miembros de la comunidad escolar afectando así, el rendimiento escolar, reprobación, inasistencia y abandono escolar.


Muchos reprueban en los primeros semestres. Llegan con deficiencias académicas y en las clases de la educación media superior tampoco les explican bien los temas que se abordan en el aula. Se aburren porque no entienden y porque las clases no son interesantes, faltan a éstas para estar con sus amigos y van acumulando deficiencias académicas; finalmente abandonan la escuela, no todos por voluntad propia. Algunos desean regresar para obtener su certificado (Weiss, 2015, pág. 82).


Por su parte, estudios en la materia han señalado que la oferta educativa ha sido incapaz de vincularse con los intereses y las necesidades de los jóvenes. Esta situación genera una desvinculación entre el estudiante y la escuela, y consecuentemente una desvalorización individual de los beneficios de la educación. Asimismo, parte de este efecto tiene que ver con los contenidos que se ofrecen en las diferentes modalidades, el turno que se le asigna al estudiante, la calidad de los servicios y la ausencia de materiales de trabajo, así como la dificultad de los estudiantes para comprender las asignaturas en su totalidad.


Sin embargo, para mejorar el clima escolar la clave esta en que las y los estudiantes se apropien del espacio escolar y que encuentren mecanismos para que su voz e ideas permeen en la toma de decisión y el clima escolar. Desde Servicios a la Juventud, A.C. somos conscientes de ello y por lo mismo, desarrollamos desde 2015 un modelo de intervención social denominado “Crea Tu Espacio”. El cual, tiene como propósito que las y los jóvenes puedan ejercer su liderazgo, proponer ideas para transformar el clima escolar; propiciando así un ambiente favorable para el aprendizaje y la permanencia escolar.


Durante nuestra intervención las y los jóvenes hacen un diagnóstico, físico y relacional, de su escuela, en él resuelven cuestiones como: ¿Dónde hay focos de violencia? ¿Dónde me siento mayor inseguridad? ¿Cómo puedo transformar la relación con mis maestros, padres de familia o compañeros de clase? Posteriormente, buscan estrategias para mejorar las problemáticas identificadas, algunas de ellas son: opciones culturales, talleres de manejo de emociones, torneos de fútbol, una campaña de sensibilización. La creatividad juvenil es infinita, así que hay infinidad de opciones.


Además, para fortalecer aspectos concretos que propician el abandono escolar, se realiza un tamizaje con el cual podemos detectar jóvenes con altas probabilidades de deserción, ya sea por asistencias escolares, reprobación, conducta, consumo de sustancias nocivas para la salud, problemas familiares o de salud. Con ellas y ellos realizamos una intervención focalizada, en la cual les acercamos distintas herramientas para hacer frente a las problemáticas que están viviendo, e inclusive, dependiendo del nivel de riesgo, los ayudamos a contactar a otras organizaciones sociales o gubernamentales.


En SERAJ tenemos el firme propósito de lograr que las y los jóvenes ejerzan de manera plena su derecho a la educación y por ello, buscamos innovar en nuestras intervenciones, documentarlas y ponerlas al servicio de otros. Mientras seamos más quienes sumamos a la garantía de este derecho, más probabilidades hay de que nadie se quede atrás.




• Daniela Dorantes, es Maestra en Política Pública comparada por FLACSO, egresada del Tecnológico de Monterrey como Licenciada en Relaciones Internacionales. Actualmente es Directora General de Servicios a la Juventud, A.C. (SERAJ).

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